Trabajamos dos posiciones en las que las notas extremas están a distancia de sexta y enmedio tenemos una tercera nota, en un caso a distacia de segunda con respecto de la inferior y en el otro a distancia de segunda con respecto de la superior. En ciertos contextos musicales podremos considerarlos como acordes en posición fundamental, aunque distintos de los convencionales construidos por terceras. En estos casos se suele hablar de formaciones acordales más que de acordes. En nuestro caso, cuando estas formaciones están integradas en ejercicios de carácter tradicional (ejercicios 3 y 6 de las dos partituras del capítulo), responden bien a inversiones de acordes de séptima o bien a formaciones que no son propiamente acordes.

Todos los ejercicios están en clave de sol pero están pensados para realizarlos por igual con las dos manos. El uno, el dos, el cuatro y el cinco la mano izquierda los puede leer substituyendo la clave de sol por una de fa imaginaria (en caso contrario se tocarían éstos una octava inferior). El tres y el seis exigirán respetar la clave de sol con ambas manos.

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