Tenemos dos ejercicios, en el primero realiza los acordes la mano izquierda y en el segundo lo hace la derecha. En ambos casos, tanto melodía como acompañamiento se realizan con valores de redonda (a excepción de un solo compas, en el que tenemos blancas). Una vez estudiados os proponemos que deis un diseño al acompañamiento a base de repetir cada acorde dentro de la duración de la redonda. Una repetición de dos blancas ya es una primera posibilidad. Si os atrevéis con un ritmo de negra-blanca-negra, entonces conseguiréis un carácter más propio de la música del siglo XX.
Os advertimos del 8 que figura encima de la clave de sol del primer ejercicio, quiere decir que lo que vemos escrito ha de sonar una octava por encima, de manera que la mano se situará donde habitualmente lo hacíamos en los primeros capítulos de este material.