Tocan únicamente tres dedos colocados sobre un grupo de tres teclas negras. Aprendemos a tener la mano relajada sobre el teclado y nos acostumbramos al movimiento de los dedos para presionar las teclas. Entramos en contacto con una partitura, que aunque muy sencilla, supondrá el principio para adquirir un hábito de lectura. Todos los ejercicios son indiferentemente para las dos manos.

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